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Cuerpo Emocional

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preguntas para conocer a una chica que te gusta

Que lindo es vivir un proceso propio, aprender, internalizar y luego poder enseñarlo y acompañar.

Vi esta foto y me contagio de nuevo con la sabiduría y alegría de Sajeeva y me di cuenta que no había publicado sobre este profesorado!!. Y con el corazón contento, les cuento que tener esta certificación en ROAF fue un proceso duro, lleno de altos y bajos, de luces y sombras, donde muchas veces preferimos no mirar, ni menos enfrentarlas para sanar. Pasamos por aprendizajes intensos y una tesis con trabajo propio lleno de responsabilidad y compromiso.

Pese a lo intenso, el profesorado es muy completo y precioso. Ayuda a comprender que el potencial femenino está muchas veces dormido, porque simplemente nos dejamos de ocupar de él, pero está!

Que es la Respiración Ovárica Alquimia Femenina

Terapia creada por Sajeeva Hurtado

Los ovarios, el útero y los senos son la parte de la anatomía femenina con más potencial energético de todo el organismo, es allí donde se encuentra intrínsecamente la semilla de la vida.La técnica de respiración ovárica, reúne diferentes secuencias que nos ayudan a contactar con esta energía para aprender a utilizarla en pos de nuestra propia sanación.
Es un proceso de sensibilización, conciencia, limpieza y purificación energética. Una vez tomado el contacto con esta energía entramos en una segunda faceta de distribución y sanación alquímica. Este proceso nos permite mantener el flujo energético de nuestro cuerpo fluido y libre y así no sólo prevenir y tratar enfermedades si no también vivir una vida más plena y fértil, al decir fértil nos referimos al sentido más amplio de la palabra, no sólo a concebir hijos físicos.

La mujer es la fuente creativa del universo, es el gran útero creador, donde todo lo que se siembra florece. Esa energía que solventa la vida proviene de los óvulos que se generan en los ovarios.

Cuando una mujer sede su poder, o sea, sede su energía creativa (sexual) y se deja penetrar indiscriminadamente, no sólo por hombres variados si no por el entorno, llena sus distintos cuerpos de una capa energética densa que consume su energía vital y la aleja de su poder personal, el cual es por naturaleza el poder de la creación. Contactar de nuevo con nuestro poder personal activa inmediatamente al sanador o maestro interior que es realmente en quien nos debemos apoyar para realizar el tránsito de esta vida alineadas con nuestra misión.
En la práctica de la respiración, tanto en consulta como en grupo nos orientamos a llevar a la practicante a alinear la mente, las emociones y el cuerpo y a través del contacto con uno de ellos poder desbloquear los otros, retomando la unidad y llevando a la persona a la integración de sus distintas partes.

Como quedar embarazada – Mi proceso y mi falta.

Estuve recordando que otra situación viví durante mi proceso de quedar embarazada. Y fue algo que me hace un sentido diferente hoy, porque de nuevo la vida me lo muestra. Mi fortaleza y debilidad para enfrentar sola la situación. Pero estuve equivocada y hoy te cuento para que a tiempo lo veas tu.

Recuerdo que la cantidad de emociones con las que compartía día a día eran un torbellino difícil de superar. Entre la ansiedad y la desesperanza pasando por todos los estadios intermedios. Y me di cuenta que es necesario dejar la capacidad de auto-soportarnos. Que quiero decir…

Por lo general las mujeres nos hemos vuelto nuestras propias heroínas, y es genial, pero creo a veces sí debemos darnos el permiso del rescate de alguien y no hay nada de malo en eso.

«No quiero preocuparlo»

Yo era (o soy!) de las que me las arreglo solita con mis «torbellinos» emocionales, pero resulta que con situaciones tan importantes como el querer ser madre/padre, la cuestión es de a dos. Y no necesariamente de dos personas si no de dos energías (bueno ya te he hablado de eso!). Pero es importante soltar la autosuficiencia. El «yo puedo sola», «yo me las arreglo», «estoy mal y se me va a pasar» etc., etc., etc., ¿te suenan esas frases??. Y el soltar este super poder femenino no significa ser débil, como nos han enseñado a creer, sino que es reconocer que la debilidad es también fortaleza. Porque si no tenemos una no podremos llegar a la otra.

Cuando estuve en proceso de quedar embarazada A mi me pasó mucho que en el momento me sentía con la tremenda (auto) culpa de no poder embarazarme, me las llevaba sola. Una y otra y otra vez. Porque «yo podía con todo sola». Y así me comí tantas emociones que a la larga me dañaron más.

Pero te repito, soltar la fortaleza y reconocer debilidad en nosotras, nos hace más fuertes, porque nos abrimos a la verdad de que somos seres simbióticos (necesitamos del otro/a). Y decir «estoy mal, no puedo más» hace muy participe al otro quitándote un peso a ti, y  permite nutrirte y cargarte de la energía y sabiduría del otro.

«No me va a entender»

A mi me pasa a menudo que me escucho diciendo «no quiero darle problemas» «no quiero preocuparlo/s», «mejor no cuento nada de lo que me pasa». PERO! con esos pensamientos y sentimientos:

Primero: anulo la capacidad de un/a otro/a de que sí puede sostenerme. Y no le doy ese permiso, que hace crecer tanto las relaciones de pareja, amigos, familia.

Segundo: anulo mis sentimientos, diciéndole a mi inconsciente que el otro vale más que yo, y lo que yo siento y me daña es menos importante. Y eso es muy fatal para nosotros/as.

Tercero: escondo debajo de la alfombra mis sentimientos/emociones que se acumulan y acumulan, hasta que por lo general se transforman en rabia que crece y crece y cuesta más manejar.

Cuarto: nos negamos a la posibilidad de que sí nos entiendan. Y si es que no lo hacen… el alivio de hablar sobre el cómo estas, es suficientemente reparador.

Y sabes? mi mayor lección ha sido: en realidad no busques que te entiendan (sobre todos los hombres, que amamos!, pero que no sienten igual que nosotras), busca que estén, ahí al lado, tomándote la mano, abrazándote.

Eso muchas veces es tan recargador de pilas que es suficiente para alentarnos a seguir.

 

Sanar mi femenina con la belleza de las flores

Quiero contarte sobre la gran ayuda de la naturaleza para equilibrar nuestro ser emocional y físico: las flores. Voy a hablarte sobre 3 de las esencias florales utilizadas para sanar nuestras heridas y desarmonías femeninas y que corresponden a las Flores de California.

  • Venimos desde hace un tiempo ya, luchando contra la esencia del patriarcado, de apocarnos y ponernos en constante desafío de demostrar que sí podemos, sí valemos… etc.. Y en esa lucha muchas veces nos cansamos, desviamos y empezamos a dudar de nuestra femenina, incluso  creyendo que los propios ciclos de la mujer son una complicación y «maldición». Empezamos a aparentar creernos una «super» mujer, pero sin sentirlo realmente.Para una identidad femenina radiante y segura de sí misma; una presencia física arraigada en el cuerpo femenino. Existe esta belleza: 

Alpine Lily

  • A veces nos cuesta mucho enfocar la sexualidad desde la mirada del amor junto con la pasión. Creemos que por tener un elevado deseo de sexo (relaciones sexuales), somos sucias, o «pecadoras», o todo lo feo que tu ya sabes se dice. E inconscientemente nos alejamos del sexo apasionado y lleno de amor, por creer que no pueden convivir juntos. Hacemos lo uno o lo otro. Muchas veces por malas relaciones y experiencias sexuales desagradables o traumáticas.

Esta otra belleza, te ayuda a integrar la calidez del amor, con el gozo de la experiencia sexual.

Hibiscus

Hibiscus-flores-de-california-fertilidad

  • Somos nosotras, nuestras madres, nuestras abuelas y otras mujeres influyentes en nosotras. Muchos de nuestros desajustes emocionales tienen que ver con el cómo nos relacionamos con estas figuras maternas, por lo tanto, si no ha existido o existe un vinculo sano y ultra amoroso con estas mujeres, también nos vemos afectadas.

Para sanar estos vínculos con los amores de mujeres/maternales, existe:

Mariposa Lily

¿Que hermosas no?.
Sabiduría pura de la naturaleza.  Anímate a buscar terapia Floral!

 

 

Días fértiles. Lo que muestran en mí.

¿Y si yo te dijera que no tengas relaciones sexuales en tus días fértiles?. Te sonaría medio loco ¿no?. Bueno, en medio de la pre y la ocupación por ser madre, dejamos de observar y vivir lo más natural, esencial y sumamente importante: lo que nos muestran estos días.

Quiero invitarte a que dejes de lado el deseo obsesivo (que sé que está latiendo por ahí, como me pasó a mi) de no perder ninguna posibilidad de embarazarte, y que por un mes o dos te observes y veas, lo que realmente te sucede en esos días.

Por ejemplo, yo nunca noté el grado de energía vital que me recorría en mis días fértiles; la cantidad de ideas creativas que afloran de mi; la disposición emocional para relacionarme con otras personas; la paciencia; lo brillante de mi pelo; las miradas de los otros en mi, lo brillante de los colores de mi ropa en mi piel. Parece una locurilla, pero lo cierto es que en los días fértiles cambia hasta nuestra percepción interior y exterior. Y eso, por lo menos yo,  lo descubrí no hace demasiado tiempo.

Te preguntarás ¡¡¡¿de qué me sirve «perder» estos días fértiles preciosos para embarazarme?!!

Según mi punto de vista, de mucho. Primero porque vuelves a conectar con la hembra, reproductora de vida, que generalmente está dormida (y que por cierto puede ser una dificultad para embarazarte). Y esto va a potenciar tu visión y postura para enfrentar la vida en todas sus áreas. Sintiendo la fuerza creadora que está en tu interior.

En realidad la frase: ¿Y si yo te dijera que no tengas relaciones sexuales en tus días fértiles? , no significa que no hagas el amor (porque obviamente la naturaleza es sabia y las ganas son mayores), sino primero de hacerlo contigo. Mirarte amorosamente, descubriendo todo el potencial que tienes. Recuerda que somos fértiles para crear, hacer, pensar, sentir. Fertilidad en todo.

Quizás en este observar-te, descubras lo que te está faltando crear, para la llegada de este bebé.

Hay que observarse siempre, como te he dicho antes, pero estos días de máxima posibilidad de fecundar, son los días más álgidos en nosotras. Donde estamos liberando una de las semillas que tiene el potencial de crear un nuevo ser: físico o energético.

Sobre todo porque sé, que nos volvemos tan obsesivas, que en esos días miramos a la pareja como un gran semental y dejamos de verlo como un gran corazón conectado al nuestro.

Fertilización asistida

No dejar de considerarte a ti, que estás en una estimulación hormonal o preparándote para una FIV. En este caso es costoso dejar pasar los días. Así que recibe este momento como un premio, sin importar cómo haya llegado. Con gratitud por la posibilidad que te está dando. Receptivamente: «Agradezco la semilla de la vida que me nutrirá, hágase su voluntad». No controladoramente: «esta vez si voy a quedar embarazada«. ¿Distinto no?.

Por supuesto, también observa con detención lo que tu cuerpo dice en ese momento de tu ciclo. No tu cabeza, sino tu cuerpo, tus emociones y vibraciones. A veces la gran revelación es «en realidad no es un hijo físico lo que quiero…».

Nos leemos pronto!
Un abrazo fuerte.

Dany.

 

Parir – Mamíferas – «No digas parir, los animales paren».

Entre tanto trabajo y otros proyectos dejé mi post a medias… lo retomo hoy, porque tengo un compromiso conmigo y contigo!  🙂  Espero aporten un rayito de luz en tu vida. ¿Desde cuando empezamos a negar nuestra naturaleza?

¿Desde cuando empezamos a negar nuestra naturaleza?

Dejamos de parir y empezamos a «mejorarnos /dar a luz»; dejamos de dar teta y empezamos a «dar la papa»; dejamos de expeler olores naturales (necesarios para la liberación de feromonas tan maravillosas!), porque empezamos a bañarnos hasta dos veces al día con harto perfume como complemento; dejamos de conectarnos con las miradas y empezamos a mirarnos tras una pantalla; en fin… suma y sigue.

¿Desde cuándo?

Si pregunto esto, creo que la respuesta es: desde que nos vimos en la necesidad de sacar la voz. Decir que éramos/somos tan increíbles como los hombres. Y de alguna manera eso significó dejar la naturaleza de lado, porque empezamos a creer que la naturaleza es anti «progreso» anti «poder». Y precisamente en eso estuvo el descuido y nos desviamos del centro. Dejamos de reconocer lo perfecta que somos.

Francis Bacón dijo: «El conocimiento es poder».

Esta frase ha sido popularizada y asociada a volver a la naturaleza, o sea volver al conocimiento de la naturaleza pues en ella radica el poder de la vida y de la Tierra – Frase extraída de: www.significados.com.

Y es precisamente eso, lo que mujeres y hombres tenemos que recuperar: conocimiento e información de nosotros mismos; el poder la naturaleza en nosotrxs. Conocernos para habitarnos responsablemente y sin miedo.

«Ay! no digas parir, las perras paren»

«Ay! no digas parir, las perras paren» – me decían a mi». Pero oye! cuando yo re-conozco que soy mamífera: perfecta y sabia, la naturaleza se pone a mi favor y sintonía con mi cuerpo, necesidades y deseos. No hay resistencia a la verdad.

La realidad es que somos mamíferas, mujeres y que menstruamos y cambiamos de humor y que somos a veces inseguras, o explosivas o regalonas y sensibles, que nos encanta el cariño (de mi hacia mi y de los otros hacia mi) y es así!. Punto!. Somos así y somos perfectas en la imperfección!. Hay que amar cada característica nuestra.

Por ejemplo: ¿para qué negar u odiar la dolorosa menstruación o nuestra sensibilidad, si somos así!!!. Va a venir todos los meses con cambios o no de humor, y esa es la realidad.  Y mientras abracemos esa realidad, será todo, todo, menos doloroso.

A mi me costó despertar a la realidad de decir: «sí, soy llorona, y que!?, me amo por eso también. Esta también soy yo». Y desde ese momento me siento más libre y atenta a los mensajes del cuerpo.

Despierta y ámate también.

Te abrazo.

¿Cuándo llega el bebé? ¿Nos eligen nuestros hijos?

Hace poco leí un articulo que hablaba de si es cierto o no, que los hijos son los que eligen a los padres antes de llegar al vientre. Y eso me hizo pensar en muchas cosas que quiero compartir y quiero que reflexiones conmigo. Es un tema complejo y extenso de exponer, y te confieso que me costó escribir en resumen, pero aquí voy!.

 

Elegidos o no

Según las distintas creencias: se afirma que las almas se reencarnan, las mentes se reencarnan o definitivamente no existe la reencarnación. Pero la idea que a mi si  me gusta creer, es que elijamos o no a nuestros padres, existimos en este mundo por y para un propósito y aunque muchas veces se cree que es «mejorar el mundo», me parece que lo mas preciso es que nuestro propósito es aprender sobre lo que debemos sanar, mirar o enseñarnos. Es por esto que me di cuenta que efectivamente creo que sí elegimos a nuestros padres, nuestra familia y sus circunstancias.  Entre parentesis, si te interesa el tema: hay un libro El Plan de tu alma de Robert Schwartz, que habla en extenso sobre esto, lo recomiendo!.

Bueno volviendo al tema… Creo que los hijos eligen a los padres y en particular a la madre (la elección al padre merece otro post),  por la esencia del cómo es la madre. Que quiero decir: sucede que muchas veces cuando estamos a la espera del bebé tan soñado, se presentan una serie de situaciones y circunstancias que empiezan a cambiar el cómo somos. O a potenciarlo de tal manera que nos transformamos por un rato en otra persona. Por ejemplo: si a mi me  cuesta quedar embarazada «rápidamente» (vivencia «extrema»), empiezo a ponerme ansiosa, insegura,  controladora, mal genio, depresiva, etc, etc y aparecen los miedos, las creencias y las barreras que en lo concreto me están impidiendo recibir a este bebé. Y es super natural que pase y está bien, todo está bien, tranqui. Lo realmente importante es mirar todo eso que aflora explosivamente en ti, en estas circunstancias «extremas» y saber qué te está mostrando una realidad de lo que tu eres, de tus vivencias y memorias calladas y guardadas en ti.

Muchas veces sucede que en el momento en que no podemos embarazarnos es cuando más sensible y despiertas somos de nosotras, porque estamos pendiente de todo, todo lo que estamos haciendo y no haciendo, para que el x tratamiento/método dé resultado, pero ¿Cuán atenta y ocupada estamos de lo que sentimos en esos momentos?.

Los hijos eligen por la esencia

Retomando el … los hijos eligen… a la madre, por la esencia del cómo es la madre… quiero decirte que mi idea y percepción es que cuando logramos hacer que emerja la mujer en esencia que soy, es cuando el cuerpo, la mente, el alma y la energía están abiertas para recibir este nuevo ser.

Y que emerja la esencia no significa que salga a la luz la mujer feliz, sonriente y sin rollos; sino la mujer feliz y la triste, la mujer segura e insegura, la mujer cobarde o valiente, la que se te atreve o la inhibida. Recuperar la esencia es abrazar nuestro negro y nuestro blanco. Es ser verdaderas y honestas. Creo que los seres mágicos que son las almas de los bebés, no eligen a «cualquiera» eligen a quien empieza a volver a su centro, o a encontrarlo, cualquiera y cómo quiera que sea este.

Dos variables que me hacen seguir pensando en lo factible de esta idea:

  • Típico que pasa que cuando dejas de intentar embarazarte,  paf!, llega la guagüita!… ¿lo has escuchado?… Yo sí. Y no sé si suceda sólo porque como dicen «te relajas», si no porque vuelves a recuperar tu centro (y relajación también!), el cómo eras antes de ¿me vas entendiendo?.
  • Si intentas embarazarte y entre medio de eso, cumples con algún proyecto que tenías pendiente, uuhh, llega la guagüita, porque:
    • 1. Al soltar la idea de embarazarte, el cuerpo deja de luchar para mantener la resistencia a que eso no suceda y dice acá no hay nada porque pelear y deja que la vida fluya.
    • 2. Si te dedicas a cumplir con otros sueño «pendientes», demuestras y vuelves a traer la valentía y fuerza de mujer y por sobre todo te trae de vuelta: la creación, la energía de vida y la fertilidad propia de la esencia de las mujeres.

Las almas de los bebés creo que no quieren a las mujeres enmascaradas, si no a las mujeres verdaderas y honestas que se hacen cargo de lo que son y de lo que no son.

Y ¿Qué crees tu?.

No me duele este dolor. Mal-estar.

Estas dos ultimas semanas han sido estresantes y muuuy movidas para mi. Dos seres amados operándose, mi hijo enfermo con posible virus muy contagioso, y más encima adaptándose al jardín. Esto sumado a mis trasnoches y desvelos por él, más mis dos trabajos. Fue Uffff!. Bueno el remate fue peor…. El fin de semana que me levanté con una amigdalitis asomando sin piedad y me tuve que ir a trabajar en un recinto comunitario con 30 grados de calor. Lo que detonó mi mayor mal-estar y llegué a casa con ganas de enterrarme en el patio a hibernar. Fueron dos días de muy estar-mal. Pero como de todo hay aprendizaje o reflexión…

¿Podemos realmente estar-mal? ¿Cuánto nos permitimos salir del duro caparazón y bajar la guardia?

Por lo general no tenemos permiso de sentirnos mal. Todos a nuestro al rededor dan consejos para que mejoremos, ojalá de inmediato (y se agradece su preocupación), pero…

¿Y por qué no rendirnos al dolor, al mal- estar?. En todo sentido.

Como he dicho antes, sucede que estamos acostumbrados a tapar la realidad, a dejar de ser SERes humanos y callamos al cuerpo. Es como si fuera un pecado capital agriparse/resfriarse o entristecerse. Y según mi visión, es la manera más evidente que te muestra el cuerpo de decir: «algo no anduvo o anda bien, detente!»

«El cuerpo grita lo que la boca calla» ( ya lo sabes)

En mi caso, fue la pre-ocupación sostenida y el estrés emocional y físico acumulado de dos semanas, la falta de dormir reparadoramente y la falta de atención a mi. Lógico el cuerpo me dijo: «Ya no puedes más, detente…apágate en silencio y descansa». Pero claro! jugamos al papel de super mamá, amiga, hija, esposa, mujer, etc.. y seguimos dándole y dándole a la máquina. Y no!, no es lo más apropiado.

Entonces, a pesar que la vida no nos deje detenernos para estar-mal, debemos hacerlo, es necesario. No digo que siempre, ni un periodo prolongado de tiempo. Pero sí darnos ese permiso. Este es el momento más sublime de comunicación con nuestro ser, con nuestro cuerpo, en que podemos entregarnos y dejar se ser autómatas metidas en un sistema caótico, exigente y castigador. Y volvernos a la esencia sensible y pura de ser cuerpo y alma, despiertos. Alma dócil, amorosa y delicada.

En la medida que somos capaces de reconocernos como seres frágiles y fuertes a la vez. Le damos otro valor al cuerpo, al cuidado, a la atención que pongo en mi. Volvemos a traer la consciencia a lo que realmente soy, ¿me sigues?.

Los otros y mi mal-estar

Lo que necesitamos en esos momentos de estar-mal, es espacio, comprensión, contención y cariño (primero mío hacia mi y luego de quien tengas al lado). Y cuando somos bien conscientes de eso y lo que necesito, podremos pedirlo a otros o a nosotras mismas y podemos permitirnos estar en sintonía con lo que realmente requiero en ese momento.

¿Cuándo tu no te sientes bien, que haces? Juegas a la mujer de acero e imperturbable? ¿o sales del caparazón por un momento, para finalmente poder acogerte con amor?

Quiero ser madre. Recomendaciones.

«Quiero ser madre». Cuando tomamos esa decisión, muchas veces no lo hacemos de la manera más correcta para estar en armonía con lo que realmente queremos y sentimos. Y quizás con lo que nuestra pareja quiere.
Como siempre y lejos de las recomendaciones de tipo «medicas» te dejo algunas ideas y reflexiones que quizás no estabas considerando.

 

Independiente de que si llevas tiempo intentando o recién comienzas: si estás considerando la posibilidad de concebir (sola o en pareja), te  recomiendo que dediques un tiempo a meditar la idea y en pareja busquen un tiempo a conversar largamente y con el corazón abierto sobre la perspectiva que cada uno tiene de ser padre.  Sobre todo muy sinceramente. No sólo por el hecho de aunar deseos y proyectos (para no encontrarse con sorpresas después!), sino para elevar juntos una «plegaria» que se hará más concreta en la medida que se busque un objetivo en común.

Las mujeres tibetanas tradicionales, siempre dedican un tiempo a la oración y la meditación, antes de concebir.

Por otro lado, debemos revisar cuales son los motivos que me llevan a querer ser madre. ¿Es por mi satisfacción personal? o ¿por algún deseo de los otros?.

En la medida que prestamos atención con verdad a lo que nos dice nuestro ser interno, hacemos que los proyectos fluyan o no.

Hijos vibracionales: la espera en consciencia

¿Sabes por qué las cadenas de oraciones, por alguien enfermo por ejemplo, funcionan?. Simplemente porque son muchas personas que elevan vibraciones y energéticamente construyen una realidad. El poder de la intención y la ley de la atracción funcionan básicamente así. El pensamiento y energía construyen realidades.

 

Existen miles de almas pequeñitas queriendo encarnarse y no todas son iguales. Cuando la mujer (y el hombre) eleva sus vibraciones mediante practicas de meditación y oración conscientes, hace más probable que consiga recibir en su vientre a un alma de similar vibración.

Incluso si estas pensando en ser madre soltera, lo importante es que prepares tu mente y cuerpo, energéticamente y que veas tu cuerpo como un receptor sagrado,  un canal para un nuevo ser. Y que puedas rendirte a esa experiencia. Dispuesta y atenta a todo lo que esa nueva alma quiere enseñarte.

Concebir un hijo, no es una maratón que se puede programar dentro de la agenda diaria, es un acto de amor receptivo. Varios estudios indican que la atención al objetivo de tener un hijo, podría ser causa de maduración prematura de óvulos dentro del ovario (incapacitados para ser fecundados).

Quiero ser madre, pero lo que quiero y lo que hago…

Tal como te he dicho antes, tener un trabajo de liderazgo empresarial por ejemplo, o cualquier otra profesión muy exigente, no tiene porque afectar la fertilidad. Si no que las dificultades para concebir resultan ser consecuencia de otros factores que acompañan a las profesiones actuales.

Existen por ejemplo la incapacidad de satisfacer nuestras necesidades, la sensación de no tener el control de nuestra vida, no sentirnos a gusto con el trabajo que realizamos o con lo que representa en nuestra vida. Muchas veces el trabajo no está en sintonía con nuestros deseos interiores y eso a la larga acarrea desequilibrios que repercuten en nuestra vida y también fertilidad.

Y la única manera que puedas acceder a esa información interna es meditando. Sentándote en paz y dedicándote a sentir tu cuerpo y mente, al menos 10 minutos cada día.

Con cariño
Dany.

Este artículo fue inspirado y basado en el texto de Dra. Christiane Northup.

Aborto espontáneo. Nuestra historia.

Tal como prometí: Voy a contarte mi experiencia del aborto espontáneo que vivimos.

Después de una búsqueda de dos años sin ningún tipo de tratamiento y sin resultado. Decidimos probar con estimulación hormonal (otro tipo de fertilización, no estaba dentro de mis planes), por 3 meses.

Y sí!! quedé embarazada. No entraré en detalles de cómo viví el periodo de embarazo pero lo resumo: Feliz!, dichosa!, bendecida. Se empezaba a cumplir el sueño…

Una tarde como muchas otras, me senté a meditar, para aquietar la mente, bajar la ansiedad y conectarme con el fruto del amor que estaba en mi vientre. Feliz. Pero esa tarde, viviendo ya la meditación, mandándole amor y hablándole, sentí de un momento a otro, en un segundo, ganas explosivas de llorar, angustia en pecho y la garganta apretada. Un sentimiento que subía desde el vientre. Tristeza máxima. Me asusté, pero luego seguí meditando…

Dos días después iba en metro en dirección a mi trabajo, y tuve una sensación, que hizo bajarme en una estación que no era mi bajada final. Volví a subirme al metro y terminé mi viaje.

Cuando caminaba hacia el trabajo, sentí que tal como una descarga de menstruación, algo bajaba desde mi útero. Asustada entré al baño del gimnasio de un edificio y con un poco de papel higénico me limpié y volví a recibir una descarga de sangre en ese papel. Siempre con la ilusión que fuera sólo sangre residual.

Llamé a mi marido y le dije que algo no andaba bien y que me iba a la clínica. El viaje en taxi y el taco en Santiago a esa hora (9 am) hacían interminables los minutos camino a la clínica. Me atendieron de urgencia y con Aldo tomando de mi mano, la eco transvaginal era clara. «¿Estabas embarazada?» me dijo el médico de turno… y el dolor caló nuestro corazón. Vacío.

Recuerdo la sala común en que estuve acostada mientras esperaba el tan torturador legrado, recuerdo el dolor de Aldo cuando a mi lado me preguntaba cómo estaba yo… palabras de «cortesía». En un momento así todo parecía estar demás. Un abrazo cómplice y un silencio lleno de amor es lo único que se necesita.

Todo el procedimiento quirúrgico salió bien. Por cierto! era por precaución para que no quedara algún resto que pudiera causar mayor daño (como si se pudiera!). Pero bueno… procedimiento que ha salvado a muchas mujeres.

Lo demás no sé.

Mi laguna mental me lleva a verme tirada en mi cama, adolorida del alma y del cuerpo. Mirada perdida y desconsuelo. Así fue el fin de semana. Tomando un inofensivo Viadil, como si eso apaleara el dolor!. Mi cuerpo sentía mucho más…

Entre los dolores intermitentes tipo calambres (por el raspaje), la calma y adormecimiento de momentos, recordé algo que después valoré como hermoso. El día de la meditación que estallé en llanto, fue una despedida. Ese bebin estaba diciendo: «mamá no podremos conocernos» y luego entendí que fue en ese momento que nos desconectamos. Mi mente quiso creer que eso fue sólo un miedo injustificado que me traicionaba, pero mi corazón sabía que ese amor se terminaba ahí. Hoy le doy gracias porque de alguna manera me preparó para lo que venía.

El lunes volví a trabajar y a seguir la vida con la mascara que acostumbramos a llevar.

Mi Duelo

Ahora puedo decirte que mi proceso de duelo fue breve. Esos poquitos 4 días de llanto y desconsuelo máximo fueron un gran desahogo que dejé fluir. Me permití sentir todo lo mal que pude. Y hoy, sé que hay que atravesar ese dolor profundo para que deje de doler.

Y luego pronto entendí que ese angelito estaría conmigo siempre y que su corta venida era necesaria para mi (nuestro) crecimiento. Fue duro, pero crecí de un golpe. A la larga se llevó miedos, inseguridades y dolores. La naturaleza es completamente sabia.

Esa vez me dijeron que era valiente y muy fuerte por mi entereza de enfrentar esto sola (por unos momentos). Y eso me sorprendió, pero así lo creí también. Y la entereza no va en no llorar, no gritar o no dejar de creer en la vida y su felicidad. Si no, en sacar todo eso de adentro y aprender. Ver más allá de lo evidente.

Por largo tiempo aprendí a llevar ese dolor más como espectadora. Pero tatuado. Siete meses después, la vida me puso a personas más espirituales en frente, que me dijeron lo que de alguna manera ya sentía. La misión de ese ángel fue preparar el camino físico y emocional para un nuevo bebito. Así también lo quise creer.

También fue así como conocí la terapia de Respiración Ovárica y sumada a las estudios terapéuticos anteriores, pude empezar de nuevo a prepararme para la venida del nuevo bebé. Que se demoró, pero llegó.

La pérdida en los otros

Hoy recuperada del dolor y con la inmensa gratitud de todo lo vivido, entiendo muchas más cosas.

En una situación de aborto espontáneo, debemos comprender que muchas veces el dolor no es sólo por lo que sucede en sí, sino por todo lo que conlleva el hecho y que en el momento no nos damos cuenta.

Es doloroso perder tu bebito, pero también lo es ver la cara de las enfermeras que te miran acusando un aborto provocado o un embarazo mal cuidado. O la cara del médico que te mira con una especie de lástima fingida porque debe parecer «humano sensible» frente a una cruda pero recurrente realidad. O el dolor de familiares que estaban materializando el sueño de un peque rondando por su casa. O ver la mirada de tu marido desconsolada, obligándose a estar fuerte, resistiendo (estos últimos son los que más te golpean!!!).

Y hoy, con mi esposo, también creemos que esa pérdida significa algo más que perder un hijo nacido o a un ser querido. Es además perder una ilusión, un proyecto, un anhelo, una idea de ser padres, un deseo desde el propio Ego. Un deseo tuyo y de los tuyos. Y todo eso va sumando dolor. Y que quiero decirte con esto:

Que debemos identificar qué es lo que nos tiene atados al dolor que no podemos sanar y no nos deja avanzar. Una pérdida/aborto es una marca social condenada y que mueve muchas emociones en los demás. Y por eso a veces termina doliendo más el cómo los demás llevan nuestra pérdida. Las miradas, los cuchicheos, las palabras de lástima, etc..

Hoy que soy madre agradecida, puedo decir que me gustaría evitar a toda costa el dolor de un aborto espontáneo, ya sea de 2 ó 6 semanas o 6 meses de gestación. El dolor es igual, porque el amor y el grado de vínculo lo sabe y vive cada uno diferente.

Lo mismo que el proceso de duelo. Algunas digerimos rápido y otras más lento y está bien. Todo está bien. Lo importante es vivir ese sentimiento, presenciarlo, aprender, sanarlo y después compartir la experiencia. Así sabremos que no estamos solas y que sí podemos sanar.

El dolor a la larga pasa, pero los vínculos que nos hacen mujeres más fuertes sin duda queda.

 

Pérdida del embarazo: dolorosa realidad. Con mi testimonio.

Si todas las mujeres que hemos tenido una pérdida del embarazo estuviésemos más dispuestas a hablar nuestra experiencia con sinceridad respecto a lo que vivimos y aprendimos de ello, todo el mundo sanaría con mayor rapidez de este dolor.

El aborto lleva una carga emocional muy grande. Sobre todo en esta sociedad tan castigadora con las mujeres. No es raro encontrarse con un: «ella no se cuidó» o «en realidad no quería…», etc.. puras estupideces!. Y por otro lado está la propia culpa de «fue por algo que yo hice» o «algo que no hice». Y en ningún caso es así.

Los abortos de bebés sanos, en general no suceden. Sólo es una manera que tiene la sabia naturaleza de parar con gestaciones que no tendrían buen termino. NO hay culpables.

Aprox. uno de cada seis gestaciones termina en aborto y la mayoría no lo sabe. Y cuando nos sucede cargamos con esa verdad dolorosa (que parece tatuarse para siempre en tu corazón), en silencio con la incomodidad de tener que callarlo porque «de cosas tristes NO se habla». Yo creo que es tiempo de que SÍ se hablen. Es una verdad y saber que no estamos solas ayuda, alivia y te impulsa a sanar.

Sanando la herida

Durante muchos años quedan grabados en nuestros tejidos celulares los efectos de un aborto. Una pérdida del embarazo siempre es una conmoción física y emocional que debemos vivir y tratar, no ignorar ni encubrir. El dolor profundo, miedo, el estrés, la desesperanza, la sensación de vacío quedan y si no se reconocen pueden causarte daño incluso en el cómo enfrentas tu próximo embarazo.

Lo cierto es que realmente nunca sabremos la causa exacta del aborto espontáneo. Así que sugiero que:

No dediques toda tu energía y tiempo a descubrir el porqué de tu pérdida. Simplemente vive tus sentimientos sinceramente y tómate el tiempo para sentir, llorar o lo que necesites. Luego sigue adelante aprendiendo de nuevo a confiar que en el siguiente embarazo estará todo bien.

Cómo estoy hoy después de la perdida del embarazo

Quiero dejarte unas preguntas (tomadas del libro de Dra. Christiane Northrup. Su web) para que identifiques cómo estás tu al respecto:

  • Después de tu pérdida ¿fuiste apoyada  y orientada emocionalmente?
  • ¿Te tomaste unos días de descanso?
  • ¿Lo lamentaste y lloraste? ¿desahogaste tu pena?
  • ¿Te sentiste culpable? ¿Te sientes culpable todavía?
  • ¿Sentiste rabia? ¿La sientes todavía? ¿contra quien?
  • ¿Pudiste contar tu experiencia alguna amiga de confianza?

Es importante liberarnos de la culpa y empezar a hablarlo. Quienes hemos esperado con ansias un bebé y se ha ido, sabemos lo difícil que és y debemos contar qué aprendimos, qué significó. Es un dolor que debemos compartir y sanar entre todas. Sin carga, sin culpa. Sabiendo que somos muchas a las que la vida nos golpeó y nos caímos. Pero hoy decidimos seguir de pie y ayudar.

Hay que decirnos que estamos juntas para apoyarnos y amarnos. No es algo que «solo me pasó a mi».

Si tu que estas leyendo, aún no estás gestando, es importante que sepas que las pérdidas existen, pero en ningún caso debes vivir con el miedo que eso te pasará a ti. Todo lo contrario debes confiar y amar sin medida, siempre. Siempre. Desde el primer momento. El amor es expansivo, contagioso y todopoderoso.

Mi experiencia personal

Quiero pedirte mil mil disculpas!. Por tiempo no alcancé a relatar como me afectó nuestra pérdida, pero quería que nos acercáramos al tema.

Te dejo en este post nuestra historia personal.

Te abrazo.