Cuales son los «errores» cuándo estamos pasando por un diagnóstico, proceso o dificultad en nuestra (in) fertilidad o tardanza en la llegada del bebé. Ahora que puedo verlo en retrospectiva, puedo decirte que es lo que yo hubiese cambiado de mi proceso.
Por ahora te voy a dejar sólo dos, pero creo que son los más importantes de considerar.
Error Nº1: Creerle al médico.
Mis respecto y admiración para estos profesionales, pero! varios me han decepcionado creyéndose Diostores, dueños de la verdad absoluta y sobre todo por la falta de tino para comunicar los diagnósticos. Las palabras son determinantes, porque construyen realidades. Entonces cuando en un estado emocional «inestable», nos dicen «usted no podrá tener hijos», ponemos toda nuestra creencia en que eso es una verdad. Y no, no es así: primero porque para mí, el ser madre está determinado por muchísimos más factores que una dificultad física, como endometriosis, poliquistes o trompas tapadas. Y hoy el acceso a la información te permite buscar apoyo, por ejemplo, de las terapias complementarias que te dan otra visión, apoyo y solución a este diagnostico sólo físico/científico.
Y bueno!… entiendo que los médicos occidentales tradicionales, están enfocados en lo físico/científico; pero es importante entender que es sólo una visión, de una área. Recuerda que somos físico – emocional – mental y energético. Es necesario prestarle atención y ocuparse de todas estas áreas para auto sanarnos.
Verás entonces que hay más de qué averiguar antes de auto sentenciarnos a «no podré ser madre».
Entonces mi recomendación es buscar la opinión de más de un médico y entender que su visión es del área científica de un estado físico, y buscar opiniones más en el área de la medicina holística. Con eso podrás tener un apoyo y diagnóstico más global para enfrentar la posibilidad de un retraso en embarazarte.
Error Nº2: Esperar paciente y pasivamente.
Dicen que después de un año de estar intentado ser padres, sin resultado exitoso, hay que empezar con los exámenes y (pre) ocupaciones. Pero: yo te recomiendo empezar a los 4 meses, a preguntarte con paciencia: ¿cómo estoy?, más allá de lo físico/médico.
Primero (y lo más importante): porque eso te da la tranquilidad mental de que tienes tiempo de espera por delante y eso te quita un estrés emocional y físico enorme.
Segundo: porque puedes ocuparte, antes, de estar saludable y sana primero para ti y luego para tu bebé. A veces debemos eliminar, cambiar o incorporar hábitos beneficiosos y eso toma tiempo y costumbre. Cuándo esté tu cuerpo «ok», el bebé sabrá que puede llegar a una buena casita que lo anide y se apurará!.
Tercero: simplemente porque la búsqueda y llegada de un bebé amerita ocuparse del tema, conversar sobre lo que se espera de ser padres: expectativas, miedos, etc., etc., etc., y en esas conversaciones se mueve mucho la vida y logramos crecer y entender qué realmente queremos o no queremos, como futuros padres o pareja. Y ese crecimiento de los padres, también lo necesita el bebé.
Qué es lo super importante
Uno: Entender que independiente de la edad en la que estés decidiendo e intentando ser madre, hay que tener en cuenta que ser madre es un proceeeeso (por algo el embarazo son 9 meses, no??!), y llegue pronto o tarde, debemos recibirlo preparadas.
No significa estresarte y ponerte ansiosa (desde el principio) pensando que te va a costar el embarazo, simplemente es que con la tranquilidad de tener tiempo, puedas vivirlo de la mejor manera posible.
Dos: Tener la confianza de que al considerar estas dos variables que te comento arriba, te estas ocupando del tema del ser madre de manera activa, tranquila, con tiempo, responsable y sobre todo amorosamente.
Creo que todo esto se pude resumir en
«Una preparación consciente para recibir el embarazo»
Espero te sirvan estos consejos que a mi me hubiese gustado saber.
Un abrazo cariñoso.
Dany.