Después de un intenso día de trabajo  y difícil emocionalmente. No puedo dejar de compartir mis reflexiones contigo. ¿En qué momento nos dejamos de conectar?, ¿En qué momento dejamos de vernos? ¿En qué momento dejamos de creer? ¿En qué momento dejamos de sentir(nos)?.

¿Desde cuándo empezamos a vivir fuera de nosotras?

Cada historia de mis pacientes me hace reafirmar el hecho de que vivimos sin prestarle atención (atención: Aplicación voluntaria de la actividad mental o de los sentidos a un determinado estímulo u objeto mental o sensible); a las señales sabias que nos da el cuerpo. Y muchas veces es más cómodo hacernos las sordas y las ciegas y seguir la vida sin «resaltos». Pero si nos dedicáramos unos momentos a sentir que nos dice el cuerpo y nuestra alma sobre el cómo estamos viviendo, de seguro evitaríamos muchas enfermedades que se manifiestan con el tiempo.

Nadie nos enseña a vivir en consciencia.

Eso debería enseñarse en las familias, desde que los niños tienen reconocimiento de su cuerpo y luego de sus emociones y respuestas corporales. Parece innecesario enseñarle esto a un niño que poco entiende pero creo todo lo contrario, ellos están más despiertos que nosotros. Y ese niño sin consciencia de sí mismo, será un adulto sin consciencia de sí mismo. Así que mi reflexión es en ese sentido, convertirse en un mensajero. No solo de los niños, si no de los adultos que tenemos alrededor.

De seguro si nos enseñaran a vivir en consciencia y conexión con mi cuerpo, que nos duelo, que nos hace mal, que queremos; desde pequeños, incluso en el jardín infantil, evitaríamos: conseguir trabajos que sólo alimenten el ego y nos dañen el alma. No aceptaríamos tratos menospreciativos. Nos liberaríamos de creencias y tratos misógenos. No negaríamos y respetaríamos nuestra dulzura y sensibilidad de mujer, que tan mal mirada está. Descubriríamos a tiempo muchas enfermedades que han llegado a manifestarse por negar emociones y sentimientos. Y así… un sin fin de alertas y mensajes del sabio/a interior.

¿Que hacemos hoy?

Quiero invitarte a que busques un momento de tranquila soledad y te revises. Repasa rápidamente tu vida, como si fuera un película estas viendo. Desde lo que recuerdes de tu niñez, hasta hoy. Y date cuenta de cuánto has estado pendiente de ti. De cuánto has escuchado a tu cuerpo. Quizás solo lo hiciste en la pre adolescencia, pero por vanidad, porque de alguna manera buscabas complacer a los otros, pertenecer a un estándar (un deseo que pierde todo el sentido con el paso de los años). O quizás detectes en qué momento dejaste de prestarte la atención debida y puedas ver qué pasó desde entonces.  Quizás no lo hiciste nunca. Y si no lo hiciste, no pasa nada!! tranquila!!

Lo importante es que estás despertando hoy <3.

 

Author

Terapeuta con el corazón puesto en la sanación femenina y en recuperar la fertilidad para conseguir el embarazo deseado.

Comments are closed.