Cuando tenemos un problema o dificultad que perdura en el tiempo, la vida se tiñe de color oscuro. Lo sé. Pero de alguna manera nos pone a prueba. No para que abandonemos la lucha, si no todo lo contrario: para que aprendamos a levantarnos una y otra vez. Quiero escribirte sobre la Resiliencia.
El concepto de resiliencia, en sencillo: es la capacidad de resistencia que tiene un «cuerpo» de recuperarse (recuperar su forma) frente a algo que le está/ba haciendo daño. Entonces te invito a preguntarte: ¿Qué tan resiliente soy, hoy?.
Cómo en este blog el tema principal es querer ser madre (padres), haré el enfoque desde ese punto, encausando la idea para que reactives o recuperes esta resiliencia que es ta necesaria, para seguir adelante.
Según el periodo que estés viviendo, podrás identificarte y/o utilizar algún u otro puntos, de los que te presento a continuación. Espero te gusten.
Primero
Decirte que es importante reconocer como estamos, qué sentimos frente a esta dificultad para embarazarnos. Y abrazar ese sentimiento. Esa sensación de «no puedo más», «estoy cansada», «estoy mal», «esto no va a resultar» y esa frase de oro! «es mi culpa y no puedo hacer nada». En la medida que reconocemos el cómo nos sentimos, le ayudamos a la mente y al cuerpo a dejar de pelear. Dejamos de resistir. Porque el lado enfermo ya no quiere ganarle a el lado sano, simplemente conviven uno al lado del otro. Y eso desbloquea el camino para comenzar a retomar el flujo natural y armónico.
El reconocer que no estamos del todo bien, nos demuestra que estamos vivas y conscientes. Y que nos estamos haciendo responsables de los que nos pasa.
Que somos capaces de caernos y pararnos. De seguro ya lo has hecho con otras dificultades que se te han presentado. Revisa tu historia de vida y mira cuantas veces te has vuelto a poner de pie, de muchas dificultades pequeñas o bien de algunas grandes. Gracias a ellas, hoy eres una mujer más fuerte y preparada.
Hoy, gracias a ellas, de seguro te caes menos.
Segundo
Cuando estamos metidas hasta el cuello en el problema, debemos ampliar la visión. Mirarnos como espectadoras de nosotras mismas y ver qué nos parece el cómo estamos reaccionando. Pregúntate ¿cómo ayudaría yo a esta persona para que pueda salir de este estado, de la mejor manera? ¿Qué le diría?. Eso te ayudará a ver es perspectiva el conflicto que estas viviendo.
Entiendo que el deseo de ser madre, puede ser un anhelo/»proyecto» tan grande, que sientas que no puedes comparar esta dificultad que estás viviendo, con ninguna otra ya pasada, pero en la medida que le quitas un poco de carga emotiva viéndolo solamente como un inconveniente más que superar, podrás ayudarte a buscar soluciones diferentes a las que has estado experimentando. Ver otra cara del conflicto, puede darte el pie para encontrar una solución.
Tercero.
Aprende de la dificultad. Presta atención a lo que te está mostrando y se honesta contigo misma. No te quedes sólo con lo evidente. Curiosea, investiga.
Muchas veces queremos ser padres, pero no vemos que en realidad algo nos falta como persona/pareja. Quizás te falte revisar tus creencias sobre ser madre o sobre tu pareja o sobre los hijos. Quizás es una prueba de unión y cohesión con tu pareja.
Aprender de la dificultad te va ayudar para el resto de tu vida. Te hará mas resiliente y preparada para seguir construyendo la vida que quieres.
Cuarto
Nada es para siempre. Sobre todo las emociones.
En un momento podemos sentir que estamos sumidas en el máximo dolor y que nada tiene salida. Pero al otro día o la semana siguiente, el sentimiento será menor. No hay duda de eso. Y cuando estés en la cresta de la ola de dolor/desesperanza/etc, siente a concho y luego déjalo ir, y cuando se calme el agua y llegue el momento de menos dolor, aplica alguno de los puntos dichos anteriormente.
El maestro OSHO dice que hay que vivir el momento a concho. Porque a llegar un momento en que el cuerpo se satura, no puede más, no quiere más y se libera.
Sobre todo las mujeres que somos cíclicas, aceptarnos así significa amarnos y tenernos paciencia. Y esto a la larga nos da fuerzas para seguir haciéndole frente a la adversidad, sabiendo que todo se calma en algún momento. Es decir, seguimos cultivando la resiliencia.
Y Quinto
No estoy segura si este punto te va ayudar a ser más resiliente pero, ahí va.
No estás sola. Somos muchas en lo mismo. Nos entendemos y apoyamos. Desde ahora y para siempre. Mira y busca a tu al rededor. Apóyate de quien te haga bien y no de quien te critique o juzgue.
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