¿Y si yo te dijera que no tengas relaciones sexuales en tus días fértiles?. Te sonaría medio loco ¿no?. Bueno, en medio de la pre y la ocupación por ser madre, dejamos de observar y vivir lo más natural, esencial y sumamente importante: lo que nos muestran estos días.
Quiero invitarte a que dejes de lado el deseo obsesivo (que sé que está latiendo por ahí, como me pasó a mi) de no perder ninguna posibilidad de embarazarte, y que por un mes o dos te observes y veas, lo que realmente te sucede en esos días.
Por ejemplo, yo nunca noté el grado de energía vital que me recorría en mis días fértiles; la cantidad de ideas creativas que afloran de mi; la disposición emocional para relacionarme con otras personas; la paciencia; lo brillante de mi pelo; las miradas de los otros en mi, lo brillante de los colores de mi ropa en mi piel. Parece una locurilla, pero lo cierto es que en los días fértiles cambia hasta nuestra percepción interior y exterior. Y eso, por lo menos yo, lo descubrí no hace demasiado tiempo.
Te preguntarás ¡¡¡¿de qué me sirve «perder» estos días fértiles preciosos para embarazarme?!!
Según mi punto de vista, de mucho. Primero porque vuelves a conectar con la hembra, reproductora de vida, que generalmente está dormida (y que por cierto puede ser una dificultad para embarazarte). Y esto va a potenciar tu visión y postura para enfrentar la vida en todas sus áreas. Sintiendo la fuerza creadora que está en tu interior.
En realidad la frase: ¿Y si yo te dijera que no tengas relaciones sexuales en tus días fértiles? , no significa que no hagas el amor (porque obviamente la naturaleza es sabia y las ganas son mayores), sino primero de hacerlo contigo. Mirarte amorosamente, descubriendo todo el potencial que tienes. Recuerda que somos fértiles para crear, hacer, pensar, sentir. Fertilidad en todo.
Quizás en este observar-te, descubras lo que te está faltando crear, para la llegada de este bebé.
Hay que observarse siempre, como te he dicho antes, pero estos días de máxima posibilidad de fecundar, son los días más álgidos en nosotras. Donde estamos liberando una de las semillas que tiene el potencial de crear un nuevo ser: físico o energético.
Sobre todo porque sé, que nos volvemos tan obsesivas, que en esos días miramos a la pareja como un gran semental y dejamos de verlo como un gran corazón conectado al nuestro.
Fertilización asistida
No dejar de considerarte a ti, que estás en una estimulación hormonal o preparándote para una FIV. En este caso es costoso dejar pasar los días. Así que recibe este momento como un premio, sin importar cómo haya llegado. Con gratitud por la posibilidad que te está dando. Receptivamente: «Agradezco la semilla de la vida que me nutrirá, hágase su voluntad». No controladoramente: «esta vez si voy a quedar embarazada«. ¿Distinto no?.
Por supuesto, también observa con detención lo que tu cuerpo dice en ese momento de tu ciclo. No tu cabeza, sino tu cuerpo, tus emociones y vibraciones. A veces la gran revelación es «en realidad no es un hijo físico lo que quiero…».
Nos leemos pronto!
Un abrazo fuerte.
Dany.