Siempre se ha hablado de encontrar nuestra «media naranja» o el ya cada vez más lejos de la realidad: «Principe azul». Pero hoy las mujeres no necesitamos ni lo uno ni lo otro. Somos nuestras propias reinas del color que queramos y somos la naranja completa. En ningún caso quiero menospreciar a los hombres, todo lo contrario tienen mi completa admiración y amor. Pero ¿que sucede con la presencia del masculino cuando somos dos mujeres buscando el embarazo o una mamá soltera?

Siempre un masculino y un femenino en movimiento generan vida.

El espermio Ying y la fertilización asistida

La ciencia tiene nuestra infinita gratitud por los avances que nos han permitido ser madres, sin un hombre «proveedor» a nuestro lado. Peero…

Primero es muy importante que cualquiera sea el método por el cual estés buscando el embarazo, reconozcas que gracias a la fuerza de la energía Yin dada por la semilla masculina que se te está siendo ofrecida para fecundar, hay posibilidad de crear vida. Por más que tengamos algún conflicto con los hombres o a veces queramos que se mueran! (ja broma!), gracias a su semilla es que hay posibilidad de vida.

Honrar y agradecer esta realidad, nos acerca a la creación de un bebé. Porque nos quita trabas energéticas y damos paso a que fluya, también en nosotras, esta energía masculina.

Somos un complemento perfecto. Se necesita nuestra semilla reina, una semilla rey  y un cántaro sagrado para poder alojar una nueva vida.

Pero ¿Qué pasa con el masculino Yang, cuando queremos ser familia homoparental o mamá soltera?

Es fundamental que en ambos casos, reconozcamos hacia donde nos inclinamos más. ¿Ponemos más energía masculina o femenina en nuestras acciones?. Es importante hacerlo consciente porque nuestro cuerpo optimiza las energías.

Solo un ejemplo: Sucede muchas veces que cuando emprendemos proyectos de tipo intelectuales que nos «saturan» la mente; el cuerpo detiene procesos femeninos como la menstruación para mandar esa energía al cerebro y eso, por supuesto, no nos beneficia para conservar optima nuestra fertilidad.

No digo que no podamos o debamos ejercer roles masculinos o intelectuales. Sino simplemente que tenemos que estar atentas a donde se nos está cargando la balanza energética. Y cuál es la que debemos recuperar.

  • En el caso de dos madres (familia homoparental): como la energía siempre se dirige hacia uno de dos polos: si una de ellas por personalidad es más Yin, la otra por ley de polaridad, será más energía Yang. Y entre las dos anidaran perfecto la vida.
  • En las madres de inseminación que buscan un bebé sin presencia de un otro (mamá soltera), no hay carencia energética sostenedora cuando se ha trabajado el propio lado Yang. Y si cuenta con un espermio y un útero en optimas condiciones, se producirá la vida.

Pero es muy importante que trabajen sus energías para que: primero logren concebir y luego puedan sostener ese ser.

El frio de las inseminaciones.

Debes considerar que en los procesos de inseminaciones, los espermios han sido congelados, es decir, están muuuuuy frios. Por lo tanto, si no tienen un útero calientito que los reciba y le entregue calor una vez que fecunde el óvulo, es probable que no se anide el bebé.

El calor del útero se trabaja con ejercicios energéticos, meditaciones, ejercicios físicos y hasta la alimentación y también la terapia de Respiración Ovárica es ideal para esto.

Author

Terapeuta con el corazón puesto en la sanación femenina y en recuperar la fertilidad para conseguir el embarazo deseado.

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