Si bien todas llevamos dentro a la adolescente, pre adolescente, adulta y niña que fuimos. Es ésta última la que sigue requiriendo nuestra mayor atención y cuidado, porque si bien ya formó el cómo hoy somos, puede estar dificultando el cómo nos estamos enfrentamos a la vida y a la maternidad.

 

Mi niña interior, no sólo es parte de nuestra historia, sino que es una energía que nos moviliza o detiene, pues vive y actúa dentro de nosotras. Mi niña interior es parte de nuestro ser auténtico, ser esencial, lo que soy yo sin máscaras, sin corazas que he tenido que forjar para poder sobrevivir.

Desde los 0 a los 7 años se estampan las creencias en nuestro inconsciente, y se desarrolla mayormente nuestra pauta de relaciones con las personas, con el amor, con la seguridad en mi misma, etc… Así que es muy importante revisar nuestra relación con esta niña. Porque es ella, quien nos devela cómo nos enfrentamos, entre tantos temas, a la maternidad.

Mi niña interior embarazada

A veces sucede que cuando estamos en búsqueda de ser madre, afloran sentimientos, sensaciones e ideas que sólo nos frenan el ciclo armonioso de la fertilidad. Y el desatender a nuestra niña interior puede ser causa de estos frenos. Algo nos está mostrando y hay que verlo.

Por ejemplo si en nuestra niñez no consolidamos el peldaño de la seguridad en nosotras mismas; entonces al momento de esperar un hijo, lo hacemos con miedo e inseguridad en nuestra capacidad de ser madre, de sostener, criar, alimentar y crear un nuevo ser y eso a nivel inconsciente frena tu fertilidad.

Porque, por supuesto, que a los niños no se les pide grandes responsabilidades de adulto. No se les pide resiliencia, ni valentía, ni fuerza para sobre llevar la vida, menos embarazarse!. Por lo tanto si trabajas en identificar en ti, el estado de tu niña interior, podrás saber desde donde estás actuando. Desde donde estas buscando el embarazo:

¿Desde la adulta aguerrida resiliente que cumple sus sueños? o ¿desde la niña asustada, inocente que aún no está preparada para concretar ciertos deseos?.

Energéticamente esta niña también ocupa un espacio en ti, que se proyecta en tus decisiones, acciones y elecciones y en la energía que pones en ellas. Así que prestarle atención a esta niña es el primer paso para desempeñarte como un adulto seguro, fuerte y preparado para anidar a un bebé.

Cómo la identifico

Presta atención a los siguientes comportamientos que demuestran una niña interior herida y desatendida:

  • Te cuesta sonreir y disfrutar de cosas simples (porque es ridículo o «que vergüenza reírse de eso tan tonto«).
  • Te cuesta manifestar sentimientos sin temor a que te critiquen.
  • Sientes miedo a entregar amor desinteresado.
  • Estás muy falta de energía vital para moverte con destreza.
  • Ocultas o niegas los sentimientos dolorosos y los haces crecer, sin resolverlos a tiempo.
  • Te cuesta encontrarte con la alegria de vivir.
  • Vives en el planificando el futuro, olvidando sentir el momento presente.
  • Vas con mucha seriedad, hasta frunciendo el ceño muchas veces.

Cómo la ayudo

Reconociéndola en ti, atendiéndola, y diciéndole:

  • Estoy orgullosa de ti, eres maravillosa!.
  • Te amo incondicionalmente, con defectos, errores y virtudes.
  • Estoy aquí para ti.
  • Tú puedes.
  • Tienes derecho a equivocarte, tranquila.
  • Estoy aquí para cuidarte, apoyarte y respetarte.

En el blog: El arte de abrir el corazón, se habla un poco más en profundidad, sobre mi niña interior. Te dejo el link AQUÍ.

Pero lo que quiero recalcarte es que si mi niña interior no está sana, tu adulta se ve afectada. Y para embarazarnos (por ejemplo) necesitamos reunir todas las piezas que conforman nuestro ser interior, pero que sea un ser sano y dispuesto.

Espero te haya gustado este post!.

Te dejo un abrazo.
Tu, déjame un me gusta, presionado acá abajo el corazoncito.
Gracias gracias gracias.

Author

Terapeuta con el corazón puesto en la sanación femenina y en recuperar la fertilidad para conseguir el embarazo deseado.

Write A Comment