Si todas las mujeres que hemos tenido una pérdida del embarazo estuviésemos más dispuestas a hablar nuestra experiencia con sinceridad respecto a lo que vivimos y aprendimos de ello, todo el mundo sanaría con mayor rapidez de este dolor.
El aborto lleva una carga emocional muy grande. Sobre todo en esta sociedad tan castigadora con las mujeres. No es raro encontrarse con un: «ella no se cuidó» o «en realidad no quería…», etc.. puras estupideces!. Y por otro lado está la propia culpa de «fue por algo que yo hice» o «algo que no hice». Y en ningún caso es así.
Los abortos de bebés sanos, en general no suceden. Sólo es una manera que tiene la sabia naturaleza de parar con gestaciones que no tendrían buen termino. NO hay culpables.
Aprox. uno de cada seis gestaciones termina en aborto y la mayoría no lo sabe. Y cuando nos sucede cargamos con esa verdad dolorosa (que parece tatuarse para siempre en tu corazón), en silencio con la incomodidad de tener que callarlo porque «de cosas tristes NO se habla». Yo creo que es tiempo de que SÍ se hablen. Es una verdad y saber que no estamos solas ayuda, alivia y te impulsa a sanar.
Sanando la herida
Durante muchos años quedan grabados en nuestros tejidos celulares los efectos de un aborto. Una pérdida del embarazo siempre es una conmoción física y emocional que debemos vivir y tratar, no ignorar ni encubrir. El dolor profundo, miedo, el estrés, la desesperanza, la sensación de vacío quedan y si no se reconocen pueden causarte daño incluso en el cómo enfrentas tu próximo embarazo.
Lo cierto es que realmente nunca sabremos la causa exacta del aborto espontáneo. Así que sugiero que:
No dediques toda tu energía y tiempo a descubrir el porqué de tu pérdida. Simplemente vive tus sentimientos sinceramente y tómate el tiempo para sentir, llorar o lo que necesites. Luego sigue adelante aprendiendo de nuevo a confiar que en el siguiente embarazo estará todo bien.
Cómo estoy hoy después de la perdida del embarazo
Quiero dejarte unas preguntas (tomadas del libro de Dra. Christiane Northrup. Su web) para que identifiques cómo estás tu al respecto:
- Después de tu pérdida ¿fuiste apoyada y orientada emocionalmente?
- ¿Te tomaste unos días de descanso?
- ¿Lo lamentaste y lloraste? ¿desahogaste tu pena?
- ¿Te sentiste culpable? ¿Te sientes culpable todavía?
- ¿Sentiste rabia? ¿La sientes todavía? ¿contra quien?
- ¿Pudiste contar tu experiencia alguna amiga de confianza?
Es importante liberarnos de la culpa y empezar a hablarlo. Quienes hemos esperado con ansias un bebé y se ha ido, sabemos lo difícil que és y debemos contar qué aprendimos, qué significó. Es un dolor que debemos compartir y sanar entre todas. Sin carga, sin culpa. Sabiendo que somos muchas a las que la vida nos golpeó y nos caímos. Pero hoy decidimos seguir de pie y ayudar.
Hay que decirnos que estamos juntas para apoyarnos y amarnos. No es algo que «solo me pasó a mi».
Si tu que estas leyendo, aún no estás gestando, es importante que sepas que las pérdidas existen, pero en ningún caso debes vivir con el miedo que eso te pasará a ti. Todo lo contrario debes confiar y amar sin medida, siempre. Siempre. Desde el primer momento. El amor es expansivo, contagioso y todopoderoso.
Mi experiencia personal
Quiero pedirte mil mil disculpas!. Por tiempo no alcancé a relatar como me afectó nuestra pérdida, pero quería que nos acercáramos al tema.
Te dejo en este post nuestra historia personal.
Te abrazo.