Estuve recordando que otra situación viví durante mi proceso de quedar embarazada. Y fue algo que me hace un sentido diferente hoy, porque de nuevo la vida me lo muestra. Mi fortaleza y debilidad para enfrentar sola la situación. Pero estuve equivocada y hoy te cuento para que a tiempo lo veas tu.

Recuerdo que la cantidad de emociones con las que compartía día a día eran un torbellino difícil de superar. Entre la ansiedad y la desesperanza pasando por todos los estadios intermedios. Y me di cuenta que es necesario dejar la capacidad de auto-soportarnos. Que quiero decir…

Por lo general las mujeres nos hemos vuelto nuestras propias heroínas, y es genial, pero creo a veces sí debemos darnos el permiso del rescate de alguien y no hay nada de malo en eso.

«No quiero preocuparlo»

Yo era (o soy!) de las que me las arreglo solita con mis «torbellinos» emocionales, pero resulta que con situaciones tan importantes como el querer ser madre/padre, la cuestión es de a dos. Y no necesariamente de dos personas si no de dos energías (bueno ya te he hablado de eso!). Pero es importante soltar la autosuficiencia. El «yo puedo sola», «yo me las arreglo», «estoy mal y se me va a pasar» etc., etc., etc., ¿te suenan esas frases??. Y el soltar este super poder femenino no significa ser débil, como nos han enseñado a creer, sino que es reconocer que la debilidad es también fortaleza. Porque si no tenemos una no podremos llegar a la otra.

Cuando estuve en proceso de quedar embarazada A mi me pasó mucho que en el momento me sentía con la tremenda (auto) culpa de no poder embarazarme, me las llevaba sola. Una y otra y otra vez. Porque «yo podía con todo sola». Y así me comí tantas emociones que a la larga me dañaron más.

Pero te repito, soltar la fortaleza y reconocer debilidad en nosotras, nos hace más fuertes, porque nos abrimos a la verdad de que somos seres simbióticos (necesitamos del otro/a). Y decir «estoy mal, no puedo más» hace muy participe al otro quitándote un peso a ti, y  permite nutrirte y cargarte de la energía y sabiduría del otro.

«No me va a entender»

A mi me pasa a menudo que me escucho diciendo «no quiero darle problemas» «no quiero preocuparlo/s», «mejor no cuento nada de lo que me pasa». PERO! con esos pensamientos y sentimientos:

Primero: anulo la capacidad de un/a otro/a de que sí puede sostenerme. Y no le doy ese permiso, que hace crecer tanto las relaciones de pareja, amigos, familia.

Segundo: anulo mis sentimientos, diciéndole a mi inconsciente que el otro vale más que yo, y lo que yo siento y me daña es menos importante. Y eso es muy fatal para nosotros/as.

Tercero: escondo debajo de la alfombra mis sentimientos/emociones que se acumulan y acumulan, hasta que por lo general se transforman en rabia que crece y crece y cuesta más manejar.

Cuarto: nos negamos a la posibilidad de que sí nos entiendan. Y si es que no lo hacen… el alivio de hablar sobre el cómo estas, es suficientemente reparador.

Y sabes? mi mayor lección ha sido: en realidad no busques que te entiendan (sobre todos los hombres, que amamos!, pero que no sienten igual que nosotras), busca que estén, ahí al lado, tomándote la mano, abrazándote.

Eso muchas veces es tan recargador de pilas que es suficiente para alentarnos a seguir.

 

Author

Terapeuta con el corazón puesto en la sanación femenina y en recuperar la fertilidad para conseguir el embarazo deseado.

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